Fi - Tito

No me retracto, no me arrepiento, mantengo lo mismo que siempre dije, el aspecto exterior NO es importante, no me importa como sea físicamente, de verdad no me importa, a mi por ahí no me conquistás. Soy persona que solo le importa la personalidad de los hombres, su inteligencia y su humor sobre todas las cosas para mi son claves en las primeras citas.
Tito es… más petiso que yo (mido tan solo 1.60 m) y tiene una panza importante y saliente que juro que le da la forma de un fitito. Cuando lo vi fue lo primero que pensé y esa idea no me abandonó en toda la velada, en una hasta lo llamé FITO, por Dios!! Tito! me corrigió con su sonrisa gorda.
No es importante el aspecto exterior, lo sigo pensando, pero hoy aprendí que no es importante para el otro, sí es importante para uno mismo. Si te ves mal, si no te gusta como sos, es imposible que puedas gustar, es un tema de seguridad, que se trasmite, que se irradia. No te ves deseable y no hay nada que hacer, nadie te desea.
Evidentemente Tito debe tener otra personalidad cuando no está en plan conquista o a mi amiga le fugó algo para pensar que me iba a gustar. ¿Como podría describirlo?, a ver… es de esas personas que son extremadamente amables que ya te empalagan, creo que el piensa que ese es su fuerte de conquista porque todo pasó por su freak amabilidad. Ni bien yo terminaba de consumir la última gota de sprite zero de mi copa él se abalanzaba a la botella y me servía más mostrándome todos los dientes con lo que intentaba ser una sonrisa seductora, cuando se me ocurrió decir que necesitaba sal atravesó la mesa para agarrar el salero (que estaba exactamente en la otra punta) y alcanzármelo de nuevo con su gran sonrisa gorda acompañándolo. También tenía una risa exagerada, si yo decía algo gracioso él tenía que arruinarlo con una carcajadota que nunca cuajaba con el nivel de la humorada. Y todo el tiempo sonriendo, todo el tiempo, yo creo que después le debe doler la cara durante horas. En un momento sentí tanto fastidio de que su sonrisota no se fuera nunca que a propósito y sin que tuviera nada que ver saqué el tema este del psicólogo pedófilo. Pero de nada sirvió, hizo un gesto raro con sus manos cortas y dijo algo como que no hablemos de cosas feas y volvió con sus aburridísimas anécdotas de cuando viajó a Ibiza y pesaba 15 kilos menos.
Adiós a la posibilidad de enamorarme de Tito, pero igual no decaigo, estoy con todas las pilas y tengo mil citas pendientes, desde que mis amigos saben que estoy de nuevo “abierta al amor” no paran de sugerirme personas así que tranqui…